Para octubre. En el plazo de cuatro meses, las instituciones y operadores del transporte público de Bizkaia contarán con una hoja de ruta para determinar cómo integrar las tarifas de Bizkaibus, Metro, Euskotren y el resto de medios de desplazamiento.
Una fórmula que permitirá al usuario pagar el mismo precio por un desplazamiento utilice el transporte que utilice, de manera que el sistema de transporte sea más uniforme. Un itinerario que vendrá de la mano de un estudio que el Consorcio de Transportes de Bizkaia (CTB) adjudicó el mes pasado, en el que además de especificar la mejor alternativa para un nuevo modelo de sistema tarifario, cuantificará el coste de su puesta en marcha y las repercusiones que tendrá en el territorio.
El encargo ha sido adjudicado a la empresa Teirlog Ingenieria por 55.000 euros a instancias de la ponencia de Planificación y Puesta en Marcha creada en el seno del CTB con el objetivo de conseguir la integración tarifaria, un escenario soñado desde hace más de dos décadas sin concreción alguna.
La ponencia está integrada por representantes de Gobierno vasco, Diputación Foral de Bizkaia y el Ayuntamiento de Bilbao, instituciones de las que dependen varios operadores de transportes. Vicente Reyes, diputado foral de Transportes y Movilidad, es el presidente de la comisión de integración tarifaria y considera que “el paso dado es muy importante porque avala que todas las instituciones queremos aunar esfuerzos par la integración tarifaria”.
Será muy difícil. La atomización de los transportes públicos en Bizkaia la componen el Ayuntamiento de Bilbao, con Bilbobus y el operador Biobide; la Diputación Foral y sus autobuses, que explotan en Bizkaibus siete concensionarias; los diversos servicios de autobuses de otros municipios; el propio CTB, responsable de Metro Bilbao; el Gobierno vasco, de quien depende el tranvía y las líneas de Euskotren, y el Ejecutivo central, competente en las cercanías de Renfe y en la antigua Feve.
Siete modos de transportes, cada uno con tarifas diferentes y bonos distintos, aunque también con una Barik común y un sistema de zonas homogéneo, que en muchos recorridos se solapan entre ellos y que el pasado año sirvieron para realizar 164,7 millones de viajes.
El trabajo encargado prevé elaborar un diagnóstico de la situación actual de los transportes y analizar cuáles son las fórmulas que utilizan otras ciudades para integrar el coste de los viajes. La ponencia quiere que en esta foto se incluya la próxima puesta en marcha de la línea 3 del Metro, que gestionará Euskotren, y que sin duda influirá en el resto de modos, sobre todo en Bilbobus.
PERCEPCIÓN DE LA CIUDADANÍA En esta primera fase, que se desarrollará durante dos meses, además de recoger todos los datos que aportarán las instituciones y operadores, se conocerá las inquietudes de los vizcainos respecto al actual estado tarifario, qué percepción tienen de sus costes, los transbordos y la calidad del servicio. Reyes concreta que “es muy importante esta parte porque nos permitirá saber por donde ir a la hora de concretar la integración y el billete único”.
La previsión es que con esta labor se extraigan dos o tres escenarios para la constitución del nuevo sistema en los que se determinarán la nueva tipología de títulos y tarifas, las repercusiones y afecciones por el establecimiento de cada modelo, cuáles serán los mecanismos de compensación por los ingresos de los títulos y el impacto económico para cada institución en el nuevo escenario. Este es uno de los principales obstáculos a sortear y la ponencia es consciente de ello. Reyes no niega que “además de una gran complejidad técnica, hay que consensuar muchos intereses económicos, pero todas las partes implicadas tenemos voluntad”. Aún así, reconoció que “no va a ser un camino de rosas”.
La última parte del informe concretará el modelo a seguir, las actuaciones necesarias para su puesta en marcha real que tendrá que realizar cada actor y redactará un calendario para su implantación que contendrá todos los aspectos económicos y legales para sacar a la calle los nuevos títulos, los cambios de zonas necesarios y unplanning de las diferentes actuaciones para su coordinación entre las instituciones.
Con la hoja de ruta cerrada será la hora de comprobar si la implicación institucional es corroborada. El diputado foral considera que “hay que tener en cuenta que desarrollar este nuevo escenario es muy necesario para que el ciudadano perciba una red de transporte más uniforme y con menos disparidades”.
En paralelo a este labor, el grupo de trabajo tiene que cerrar también la creación de una Autoridad Única de Movilidad, el ente que controle y desarrolle el nuevo sistema tarifario. Vicente Reyes indicó que “va a ser un organismo de nuevo cuño que tendrá toda la responsabilidad y que no implica que las diferentes instituciones tengan que delegar competencias en el mismo”. Este ente descarta definitivamente que el actual Consorcio de Transportes pudiera asumir ese papel como en legislaturas pasadas se había previsto. El diputado foral fue claro al asegurar que “por ley el CTB tiene como responsabilidad la construcción y mantenimiento del metro de Bilbao y esa es su labor”.