Alumnos de la UPV se reunieron ayer en una asamblea abierta para poner sobre la mesa soluciones al problema de la masificación de los buses al campus
Son las dos de la tarde y el campus de Leioa está a rebosar de estudiantes. Cientos de ellos se agolpan en las marquesinas de los autobuses para poder volver a sus casas y finiquitar la jornada de estudio. Aunque el regreso en Bizkaibus no suele ser del todo agradable. Empujones, agobios, masificaciones y un aforo más que limitado marcan las horas puntas en los autobuses que hacen la ruta a la universidad. Esta problemática, sumada a un precio por viaje que a los estudiantes les parece «desorbitado», ha provocado que alumnos de la Facultad de Ciencias Sociales y la Comunicación se reunieran ayer en una asamblea para proponer soluciones que pretenden llevar a las instituciones.
«Este es un problema acusado que existe desde hace años. A las enormes colas que se forman para esperar el transporte se suma que viajamos como sardinas en lata. Hay poca frecuencia de líneas y nos parece muy caro para personas como nosotros, que somos estudiantes», denunció Adrien Grivillers, portavoz de la asociación estudiantil Ikasle Ekintza, precursora de la asamblea de ayer. «A veces nos quedamos fuera de los autobuses, lo que hace que lleguemos tarde a clase. A esto hay que añadir que los viajes son totalmente inseguros, con todo el mundo de pie metidos ahí como fichas de dominó», recalcó para añadir que «la preocupación no es solo de los alumnos, también de los conductores.
Y es que según el portavoz, en el caso de que hubiese un accidente el resultado podría ser desastroso.
Así pues, una veintena de personas se reunieron para pensar soluciones que poner sobre la mesa ante el resto de estudiantes y ante las instituciones. «Vamos a utilizar todas las vías que nos sean posibles para acatar la situación. Tanto movilizaciones como acciones a través de vías institucionales con la UPV/EHU y Diputación», afirmó Grivillers. Porque no es una cosa de unos pocos. Son decenas los estudiantes que se quejan del servicio de transporte a la universidad. Aunque desde el Consejo Central de Estudiantes, tienen las cosas un poco más claras. «Ya ha habido negociaciones con miembros de la Diputación y nos han recalcado que la frecuencia de líneas y los autobuses que hay son suficientes», dijeron sin querer entrar en detalles.
Por su parte, desde la asociación Hontzak de Barakaldo quisieron acercarse para dar algunos consejos a los chavales reunidos. «Conocemos el caso de la mano de inspectores y conductores de Bizkaibus. Sabemos que ellos no están contentos y hemos llegado a ir a Juntas Generales para hablar de ello», dijo José Ángel, portavoz del grupo cultural. Además, quiso hace referencia a las masificaciones a la hora de esperar en la marquesina de Termibus, donde ha llegado a haber riesgo de atropello ya que los estudiantes no entran en la acera. «Nos han dicho que la intención es que se ponga algo provisional junto a los nuevos edificios de torres que hay junto a la estación», dijo.